23 May Aprende a reciclar los neumáticos usados
Aunque no somos una empresa dedicada al reciclaje, en Reymaprot estamos acostumbrados a tratar con residuos de todo tipo, sobre todo, en nuestras labores de mantenimiento y limpieza de edificios. Por ello, en este caso queremos hablar sobre el destino y el aprovechamiento que tienen Neumáticos en Sevilla y en cualquier otro punto de nuestra geografía, pues son unos elementos de nuestra vida cotidiana que a menudo se desechan en los lugares más variopintos. Se estima que millones de neumáticos usados se encuentran repartidos por todo el mundo.
Lo primero que tenemos que decir es que los neumáticos son una pieza imprescindible para la seguridad tanto del coche como de sus pasajeros, pues supone el único contacto del vehículo con la calzada. Además, también influyen en otras funciones como la estabilidad, la tracción, la dirección, la carga y la amortiguación de golpes. Por eso es vital mantenerlos en perfecto estado y desecharlos cuando superen su vida útil y se encuentren en avanzado estado de deterioro. Al estar fabricados por un compuesto de caucho, su forma no es permanente, sino que sufre la incidencia propia del paso del tiempo, de un nulo mantenimiento y de factores externos como la temperatura.
Hay que tener en cuenta que en España está en vigor actualmente el Real Decreto 1619/2005 sobre gestión de neumáticos usados, que prohibió su abandono en los vertederos desde el mes de julio de 2006.
Una vez que toque cambiarlos hay que saber qué hacer con ellos para que no terminen en una cuneta, en un descampado de nuestras ciudades, o lo que es aún más peligroso, quemados. ¿Sabes la cantidad de gases tóxicos que se emite a la atmósfera por cada cubierta quemada? Por eso, la mejor opción es reciclarlos. ¡Sí, los neumáticos también se pueden reciclar! (afortunadamente). De hecho, en nuestro país existe un sistema que vigila, promueve y regula este proceso: el Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados (Signus).
Habitualmente hay dos destinos para los neumáticos en desuso. Por un lado, los contenedores destinados a ellos en los puntos limpios de cualquier localidad, y por otro, tu taller de neumáticos más cercano. Allí seguro que saben cómo gestionar estos residuos de forma eficiente para que lleguen a los centros de tratamiento donde serán clasificados y procesados correctamente. Algunos, incluso, tras un proceso de restauración, pueden llegar a ser utilizados de nuevo.
Aquellos neumáticos que han sido marcados como inservibles, son convertidos en granos tras un proceso de triturado. El resultado se procesa para separar el caucho del metal mediante un sistema de imanes. Una vez que el caucho queda libre de impurezas, puede ser reutilizado de nuevo en neumáticos. Hay dos sistemas de reciclaje. El de aplicación de calor, que está integrado a su vez por tres etapas: Termolisis (por calentamiento); Pirólisis (producción de un gas semejante al propano) e Incineración (conversión en cenizas); y el físico (Trituración criogénica, Trituración mecánica y conversión de los neumáticos en energía eléctrica mediante su combustión en una caldera).
Al ser un material bastante maleable, este caucho puede disfrutar de otros usos, algunos tan variados como la construcción de carreteras, suelos de pistas deportivas o parques infantiles, combustible o aislantes.